28 de Mayo, 2007
![]() EN EL CULO DEL
MUNDO Este libro,
publicado en 1979 por primera vez en portugués, cumple 28 años, de estar vagando por el mundo y
coincidencialmente llegó a mis manos gracias a la iniciativa de ciertos Ayuntamientos, en materia de intercambio de libros. Eso de poder acceder a
un libro sin que nos afecte al bolsillo, es muy satisfactorio, hablo de los ya famosos trueques
de libros que se promueven en varias ciudades del mundo como Santiago de Chile,
Bogotá, Madrid o Barcelona. Mi conocimiento de
la obra de Antunes, es más bien escaso,
sólo algunas reseñas literarias en Babelia, alguna entrevista, frases sueltas
de algunos de mis amigos y poco más. Por eso mismo y con la certeza de que
jamás podré leer todo lo que deseo, asumo la lectura de autores desconocidos
con una pasión propia de adolescente, conteniendo a duras penas el afán por
terminarlo y lanzar al viento mis muy personales apreciaciones con el fin de que otros lectores,
más experimentados o conocedores de determinada obra, compartan conmigo y con nuestros
blogueros sus lecturas. Así con ese temblor
en las manos empecé a leer “En el culo del
mundo”, en él, Antunes nos narra la experiencia de su protagonista en la guerra
de Angola, habla de los efectos de la violencia que tiene que soportar el hombre, y como ésta, se convierte en un factor determinante de la identidad
individual y colectiva de los seres humanos, un factor que quienes conviven con
la guerra, no alcanzan a analizar con la debida distancia, aunque, por entre
las rendijas de la conciencia, se vayan
colando preguntas incontestables: ¿Cómo serán esos seres humanos formados en la
guerra? ¿Serán capaces de amar?, si sobreviven, ¿Serán capaces de vivir sus
vidas libres de rencores y venganzas? ó ¿Están condenados a repetir su
violencia por siempre? ¿Educarán a sus hijos para continuar su legado
sangriento? ¿Cómo puede vivir alguien en la guerra desprovisto de afectos, de
caricias, de ternuras cotidianas?, ¿Asesinar a un hombre mejora una sociedad?. En un documental
sobre la guerra en Sierra Leona, uno de los refugiados contaba como los
guerrilleros le habían obligado a matar a su propio bebé a golpes de mortero,
en presencia de su madre; este testimonio de un hecho cruel, sádico, se queda
pálido ante la contundencia de las palabras suaves y mesuradas del hombre que
lo protagonizó cuando culmina su intervención diciendo “cuando dos elefantes
pelean, sufre la yerba y jamás vuelve a crecer”. Ese es el destino de la naturaleza humana sometida a la violencia,
esa es la desesperanza del hombre arrullado por las balas. Sin embargo,
volviendo al protagonista, recapitulando sobre su proceso de asimilación ante
la crueldad de sus compañeros de batalla, logran salir, como rayos
esperanzadores, experiencias humanas que contradicen la maldad engendrada por
la violencia como esto: “las mujeres
negras, Sofia, permanecen silenciosas mientras paren, silenciosas y serenas en
las esteras a medida que la cabeza de un hijo irrumpe despacio del espacio
entre los muslos, gana forma, se abre paso, un hombro se desembaraza del
pliegue del útero que lo retiene, el tronco se desliza fuera de la vagina como
el pene después de coito, en un único movimiento implacable y preciso, sin
dolor, sólo la tenue separación de dos vidas…” En el culo del mundo, no es sólo Angola, son todos los países en guerra, es el país que viven diariamente todos los hombres, mujeres y niños que tienen la desgracia de haber nacido en zonas de conflicto, ni más ni menos que en el culo del mundo. Por: Ágata
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![]() Mujer 1: Si es que tengo una mala suerte con los médicos Mujer 2: ¿Y eso? Mujer 1: No sé, nunca aciertan con nada, es como si experimentan con uno, si me dan una crema. me da alergía, las pastillas me hacen doler la panza, las inyecciones se me infectan ... Todo mal y eso sin contar la desesperación que me da el hacer colas, pedir citas, que me pondrán en seis meses, cuando ya no me duele nada... un verdadero desastre. Mujer 2: ¿Y entonces qué haces? Mujer 1: Me automedico, yo soy la única que sé lo que me hace bien. Por: Te vi F1 Portal Sur |