Alguien
hace un par de años comentó, que si a un niño se le empezaba a enseñar cosas
desde antes de su nacimiento, se ganaría tiempo en su educación. Y “ese
ganar tiempo” no suena un tanto absurdo. Ganar tiempo ¿para qué? Para poner a producir a
las crias mucho tiempo antes de la edad consideraba apropiada y obtener
ganancias de toda índole. ¿Se beneficiaria en realidad un chico o chica con
aprender desde el vientre de la madre, o ganarían más sus padres?, ¿la sociedad?,
¿la humanidad? ¿Qué quiere
decir en realidad GANAR TIEMPO? En un
artículo escrito por Lisa Belkin y publicado en el The New York Times, la periodista cita
varios estudios realizados por empresas especializadas en el que se concluye que
la gente trabaja en realidad tres días a la semana y desperdicia dos,
deduciendo que sólo trabajamos una hora y media todos los días, el resto de
horas lo desperdiciamos en internet, o asistiendo a las numerosas juntas
innecesarias e improductivas, o en arreglar el escritorio, o en el cotilleo
antes del primer café y por supuesto atendiendo al teléfono. Entonces,
cómo podemos entender que la gente viva ocupada las 24 horas del día, y cómo podemos ser tan ineficientes si
trabajamos tanto. No será que nos estamos escondiendo tras esa fachada “de la fiebre productiva” para evitar pensar que en realidad no hacemos nada que contribuya al pleno y armónico desarrollo de la raza humana. La Dirección |
24 de Junio, 2007, 5:57:
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