2 de Diciembre, 2007, 14:51: Selváticaminirelatos


    Desde siempre supe que iba a ser famoso. Crecí esperando cada día la oportunidad para demostrarlo. Me sabía especial, el espejo me gritaba que era guapo, algunas chicas perdían el seso por mí. ¿Por qué no iba a ser famoso?

Claro, estaba tan embelesado con mi sueño que aquella noche no percibí que era especial, ahora que lo pienso, había algo en el ambiente, pero no le hice caso. Me subí a ese metro, vi cómo la golpeaba. Me agaché, me escurrí. Si hubiera sabido que iba a salir en la tele.

 

Por: Selvática
2 de Diciembre, 2007, 14:45: SelváticaAlaprima


Tengo una caja de ciruelas para vender a la orilla del camino. Les quito la piel con los dientes y saboreo el ácido de su pulpa con mucho placer.
Luego las vendo. Sigo a la gente que me las compra hasta que las muerden. Saben a mi, por eso me las compran.


Por: Selvática

2 de Diciembre, 2007, 14:30: Charo GonzálezHablando de...


"Durante la espera la niebla espesa,.....propio o impropio del que aún persiste,..... en el paso la niebla acorrala al indeciso."

 
"Tener valor la mayoría de las veces no es tomar decisiones drásticas, tener valor es en muchas  ocasiones ser capaces de aguantar la espera y la charla"

 
"El color de los sueños pertenece al color de nuestro ánimo, las historias que nos cuentan son posesiones efímeras de sentimientos extraños"

 
"No cierres los ojos ante lo que mañana ya no tengas ojos para poder contemplarlo"

 
"Por dos veces miró la ventana cerrada y desapareció tras el quicio de la inocencia."

Por: Charo González

2 de Diciembre, 2007, 14:20: Ricardo AbdahllahGeneral

 

 

No hay problemas…no hay angustias…no hay dudas…no hay temores

el rebaño camina al abismo y sólo el pastor no salta

 

Sagrada Iglesia del Reino - Blasphemator

 

 

El predicador subió a la tarima y anunció al último invitado de la noche:

- Pido un aplauso para el hermano Pedro, pastor de nuestra Iglesia en la hermana República de Costa Rica.

Todos aplaudieron, algunos gritaron “¡Gloria a Dios!” y otros ese “Amén, Amén, Aleluya, aleluya, amén” con cada palabra a menos volumen que el anterior al punto que el último amén es un susurro. El hermano Pedro tomó el micrófono, llevaba corbata, saco de paño un anillo de oro tan grande que seguramente en unos años le sacaría joroba, levantó la mano para saludar a los espectadores y comenzó su discurso:

 

Gloria a Dios, hermanos, veo que hay bastantes jóvenes entre el público y gloria a dios  porque lo que hoy vengo a decirles interesa más que todo a los que apenas están iniciando el camino del señor; no los voy a demorar porque el mensaje es claro y sencillo : ¡No escuchen más música Rock!, no escuchen más esa música metálica como le llaman ahora, esa música es de Satanás hermanos míos y Satanás está vencido en nombre de Dios,  dice en Salmos 96 del 1 al 4 “Cantad a Jehová, bendecid su nombre, anunciad de día en día su salvación”, y eso es lo que debemos hacer hermanos, tras el Rock solo hay Muerte, Satanismo, Sexo y Droga y cualquiera lo nota en los nombres de los grupos, KISS que en español traduce “Reyes Al Servicio de Satán” o AC/DC que cantan una canción llamada “Autopista al Infierno” y que en una parte dice “Mamá, tan solo mírame, estoy en el camino hacia la Tierra Prometida” y por qué al cielo se tiene que ir en una escalera y para ir al infierno hay una autopista? ustedes no se dan cuenta, pero detrás de esa música se esconden mensajes subliminales que incitan al Suicidio y al Homicidio, como Guns ’n’ Roses que en su canción “Lluvia de Noviembre” dice “…al final me iré caminando bajo la fría lluvia” y qué va a querer decir eso sino “Yo me suicidaré”, y ya ha habido casos de jóvenes que piden esa canción y se suicidan y eso no pasarían si pidieran cosas como “Tú eres mi hermano del alma realmente el amigo”, sé de lo que hablo, hermanos, porque a mí, sí a mí, también me gustó el Rock en otra época, pero eso fue hace tiempo, ahora soy una persona nueva, como dice en II de Corintios 5, 17 “Las cosas viejas pasaron, he aquí las cosas nuevas”, yo llegué a ser abominado por Dios porque usaba pelo largo y jeans rotos, pero he cambiado ¡Gloria a Dios he cambiado! y Dios ha perdonado todos mis pecados, aquellos pecados que cometía cuando me poseía el demonio por medio de las canciones de bandas Satánicas como Deep Purple y Sepultura y Theatre of Tragedy y de drogadictos como Iggy Pop, yo dibujaba símbolos Satánicos como el que los drogadictos llaman “de la paz” pero que en realidad quiere decir “Jesucristo, el mundo te ha vencido”,  yo, aunque no lo crean, escuché a Alice Cooper y a Ozzy Osbourne, que matan murciélagos y en sus conciertos beben sangre como si fuera vino, pero Jehová Dios de los Ejércitos es grande y me liberó de la posesión Satánica en la que me encontraba, de la misma manera que Jesús liberó al endemoniado gadareno, ustedes pueden leerlo en Marcos 5 del 1 al 20, yo llegué a seguir las ideas de hombres que negaron la existencia de Dios, yo leí a Marx y a Nietzsche, de Sartre  e incluso a Baudelaire, un poeta francés que le escribió varios poemas a Satanás… ¿Han escuchado una canción del grupo “Las Águilas” que se llama “Hotel California” ?, pues esa canción habla de Satanismo y de Droga, como Shakira que al escuchar una canción de ella dice al revés “Bautízate con el Demonio”, esa es la realidad, por eso les digo, hermanos míos, no escuchen más música Rock, no más Marilyn Manson, el del disco del Anticristo, no usen más esos collares con símbolos satánicos, hagan una hoguera con todos los discos, afiches y revistas que apoyan esa podredumbre y alimenten el fuego con esa ropa indecente. ¡Niñas!, si ustedes han usado pantalones, ¡Quémenlos!, quémenlos porque esas vestimentas son desagradables para Dios, porque una mujer que usa pantalón está provocando sentimientos de lujuria en los hombres que la ven y condenándolos tanto como se condenan a sí mismas, si han usado pantalones o faldas cortas no los usen más y Dios las perdonará porque como dice en Isaías 1, 18 “Dios padre perdona”, hermanos míos, no le sigan el juego a las Sectas Satánicas que quieren tomar control de sus vidas, no escuchen más música Rock, hermanos míos, más bien escuchen música cristiana, música para agradar a Jehová, escuchen por ejemplo a Marcos Witt, o a Guardian, o a Petra, ellos son gente que pone sus instrumentos musicales al servicio de Dios… y si quieren ser agradables a Dios desde este mismo momento aquí tengo unos CDs de Marcos Witt, a sólo venticinco mil cada uno ¡Gloria a Dios !, y si de pronto no les alcanza pero lo quieren llevar, también tengo unos cassettes de Marcos Witt y de Petra, esos son más baratos, solo a diez mil pesos cada uno,  y también tengo el libro “150 razones para rechazar la música metálica”, que les vale a ocho mil pesitos, y vean estas calcomanías de  “Recibe a Cristo en tu ©”, esas les valen sólo a mil, recuerden, cualquier cosa que me compren es un primer paso para rechazar a Satanás …no se me amontonen, mejor me bajo y los voy atendiendo al lado de la tarima… eso, ya está mejor, recuerden a venticinco los CDs y a mil las calcomanías…”

 

Atravesé sin dificultad el grupo de gente que se amontonaba para comprarle al predicador. A mi jefe no le iba a gustar nada todo esto, pero era mi deber informarle. Si me había hecho bajar era para eso, que le contara lo que pasaba en esta reunión. Imaginé la escena. La cara de decepción.

-               ¿Otra vez?

-               Otra vez. Se llamaba el hermano Pedro.

-               ¿Y dijo que estaba autorizado?

-               Completamente, que iba de su parte.

-               Diablos.

-               Eso pensé yo, diablos.

 

Así iba a pasar, igual que siempre. Desplegué mis alas y me elevé de regreso pensando en la forma menos dura de decirle al jefe que había otro hijueputa haciendo plata en su nombre. 

Por:  Ricardo Abdahllah

2 de Diciembre, 2007, 14:18: GladysGeneral


 

Era sábado por la tarde. Un sábado encadenado a su vida  solitaria. Decidió salir a la calle. Caminar por algún sitio de la ciudad donde no pudiera encontrarse con nadie conocido y de paso pillar alguna rebaja en cualquier tienda de baratillo. Recordó que alguien le había hablado una vez de una calle, cerca del puerto, donde abundaban las tiendas de los chinos con sus locales abarrotados de mercancías a un euro.

Empezó a lloviznar. Apresuró el paso y al cruzar la ancha avenida central se encontró caminando por la calle de los chinos. Todas abiertas, todas con grandes letreros anunciando sus productos. Aquí el problema era a cuál entrar.

Caminó con aire chulo, tenía la sartén por el mango. Eran ellos quienes necesitaban de su dinero, así que podía darse el lujo de mirar indiferente sus vitrinas, de ignorar sus invitaciones a entrar y hasta podría exigir rebaja, si señor, ¿por qué no?

Pasó las manos por unas mantas suaves, delgadas e imaginó el placer de cubrirse con ellas. Después su mirada saltó a los adornos de navidad. Le encantaba la navidad, pero quería una navidad de color naranja. Ya basta de rojo y dorado.

No naranja no hay – dijo la dependienta.

Entonces se enfadó. ¿Cómo que no hay? ¿Si ustedes producen de todo? Vaya estafa las tiendas de los chinos. Y se marchó echando chispas por los ojos.

No había caso. Los pies le dolían. Era como si todos los chinos del mundo se hubieran puesto de acuerdo para no fabricar bolas de navidad color naranja. ¡Un delito de lesa humanidad!

El hambre se hizo presente. Entró a un bar. El único bar de la zona abierto a las cinco de la tarde de un solitario sábado.

¿Qué tiene para comer? preguntó.

Pollo en salsa, pata asada, churros de pescado, ensaladilla, callos…

Pata asada. Quiero pata asada y una cerveza.

La mujer del bar con su delantal azul grisaceo le dio la espalda, frente a sus ojos la rotundez de sus carnes le pareció ofensiva y a la vez le inspiró un sentimiento de orfandad. La vio tomar el largo cuchillo para cortar el jamón. De un golpe decidido y suave sacó la primera loncha de jamón y la colocó en un plato, luego otra y otra. Después abrió una cerveza y se la puso frente a los ojos.

Los ojos se encontraron. Los ojos de la dependiente eran verdosos, cálidos. Estaba en territorio amigo – sintió –

- Oiga Juana, ¿qué ha sido de Carlitos? – preguntó un hombre sentado en la barra, a su derecha.

- ¿Qué Carlitos? - preguntó la mujer –

- Aquel muy grande, grande, que iba siempre impecable, con chaqueta y corbata, ¡mujer!  el del equipo de fútbol.

- Ahhhh el pecas, - dijo la mujer sonriendo ampliamente con su boca de dientes desiguales -  es que lo conocemos como el pecas, por ahí debe andar. Es que no lo volví a dejar entrar porque bebía mucho y me armaba mucho follón… tuve que llamar a la policía un par de veces.

- Yo creí que se había muerto – dijo el hombre.

-  No que va – dijo la mujer, mientras secaba un vaso. Al frente una niña de unos siete años ronroneaba frente a un plato de churros de pescado – Deja de bailar y cómete eso en seguida – le dijo la mujer.

La niña ni caso. Movía los brazos y hacía el payaso para que la viera. Luego se me acercó trayendo su plato bamboleante y se acomodó a mi lado. Le sonreí. 

- ¿Esta bueno? - le pregunté-

- ¿Sabes bailar regueton? – me preguntó –

- No… no sé – le dije dándole un gran sorbo a mi cerveza.

- Juana  - llamó de nuevo el hombre a mi derecha – y aquel canijo que hablaba tanto de cuando fue deportista, ¿lo has visto?

- Si, claro, aunque ya no suele venir mucho por aquí. Sábado si, sábado no – le contesto la mujer mientras le daba con el limpión a la niña para que comiera.

- ¿No estaba muerto? – se sorprendió el hombre.

- ¿Y aquél que quedó viudo, el pobre, la navidad pasada? – preguntó de nuevo el hombre –

- ¿Cuál? – le interrogó la mujer sin dejar de azuzar a su hija.

- Aquél que se le hinchaban tanto las piernas. Gota me parece que tenía, aquél que su mujer, era una suramericana muy guapa, de cabello largo, muy fina ella y con un acento tan dulce…

- ¿No será Paco? – el de la esquina con Cruz Mayor – dijo la mujer.

- Debe ser ese, me parece que se murió hace poco.

- No hombre no – dijo la mujer –hace poco lo vi por la calle.

El hombre buscó en sus bolsillos la billetera, sacó unas monedas y se puso a contarlas sobre el mostrador. La niña seguía bailando, la mujer secaba vasos, yo me limpiaba la boca con una servilleta…

El hombre dio un golpe sobre el mostrador y dijo resignado mientras salía del bar: ¿Y por qué tardaran tanto en morirse? si éramos tan amigos.

Por: Gladys


 

 

2 de Diciembre, 2007, 13:59: Andrea Daza AlvaradoHablando de...

 

 

Prefiero el pase al tiro

En esta ocasión,  para sustentar mi repudio por la bimoralidad de los países del primer mundo, me serviré de un tema polémico, recurrente en el discurso de numerosos artistas e intelectuales, aunque rara vez nos enteramos de qué tan serias son las causas que los mueven a hablar de él; la legalización de las drogas.

Para evitar segundas interpretaciones, me gustaría antes aclarar que no soy aficionada al uso de ningún narcótico, que el simple uso de la marihuana me marea, bebo con menos frecuencia de lo que es socialmente bien visto y no hago parte de ningún clan de consumidores, principalmente porque desconozco los supuestos placeres y utilidades de las drogas y procuro no referirme a lo débil que me resulta el espíritu de quienes dependen de ellas. Entiéndase entonces que de ninguna manera defiendo ni propongo el consumo de la droga, y que de hecho me opongo a él.

No obstante, me parece aberrante que los países industrializados, a pesar de su fracaso en la tarea de disuadir a sus ciudadanos hacia el no uso de drogas, se obstinen en obligar al resto del planeta a acatar su decisión de ilegalizar el consumo de estupefacientes y el narcocultivo, en especial cuando no son ellos, sino los exóticos pueblos ecuatoriales fértiles en arbustos alucinógenos, los que estamos poniendo el bocado más grande de la cadena alimenticia criminal que nació a raíz del narcotráfico.

 La ilegalidad hizo de la producción y el tráfico de drogas, actividades rentables que en principio atrajeron a nuestros pequeños y medianos oportunistas, pero que hoy en día son el negocio multimillonario de mafias sanguinarias, pervertidas por el poder y la riqueza.

 Prohibirle a los hombres traficar con sus sedantes trae consecuencias que deberían recordar los estadounidenses, pues fue la implantación de la prohibición de la comercialización y consumo del alcohol que los rigió entre 1920 y 1932, lo que  promovió el surgimiento de figuras como Alfonso Capone, mafioso quien convirtió las calles de Chicago en el escenario de sangrientas disputas entre gángsteres dedicados al  tráfico de licor.

 En Colombia el narcotráfico ha corrompido profundamente nuestra sociedad y se ha convertido en el nuevo combustible de la guerra sinfín que padecemos. El destierro del gran mutante que nos hace amar el dinero fácil, al tiempo que anula los escrúpulos, y el de la manía de buscar armonía e igualdad arma en mano, parece estar lejos si el narcotráfico sigue siendo una actividad  ilícita que deje en manos de criminales los millones de dólares que produce.

 Las drogas deben ser legalizadas, sin que se interpongan argumentos éticos estúpidos que muy mal les queda a la mayorías de los países desarrollados, cuya doble moral sí les demanda alejar a sus jóvenes del poder perverso de los narcóticos, pero no les impide, por ejemplo, ser al mismo tiempo los más grandes fabricantes de armas en el planeta.


Por: Andrea Daza Alvarado

2 de Diciembre, 2007, 13:48: La DirecciónGeneral



“Los ateos tienen derecho a decir a los creyentes: Seriáis más libres si dejarais vuestra ridícula fe en Dios”.

Y los creyentes pueden contestar: “Tendríais un sentido más profundo de la libertas si tuvierais fe.”

La libertad de expresión incluye necesariamente el derecho a ofender; no el deber sino el derecho. En especial, debemos ser libres de decir lo que queramos sobre las figuras históricas, ya se trate de Jesús, Moisés, Mahoma, Churchill, Hitler o Gandhi, y luego dejar que se contrasten nuestras afirmaciones con las pruebas documentales. Puede que no estemos de acuerdo con lo que digan quienes quieren levantar controversias sobre estas figuras, pero debemos defender hasta la muerte su derecho a decirlo. Por motivos obvios, debe haber límites a lo que se puede decir sobre personas que están aún vivas, pero deben ser unos límites precisos.”

Creyentes y no creyentes –Por Timothy Garton Ash – El País 02-12-07

Leyendo este artículo no puede uno menos que hacer un alto en su domingo de principios de diciembre para reflexionar sobre la libertad de expresión. Según  el Sr. Garton debemos ser libres de decir lo que queramos.

En el artículo, él se limita a ejemplarizar su tesis hablando de las figuras históricas, supongo por hacer referencia a los sucesos como las amenazas al dibujante que tomó como objeto de trabajo la figura de Mahoma, o más recientemente los dibujos de los príncipes de España y si ahondamos un poco encontraríamos multitud de ejemplos a nivel mundial.

Yo, que soy ciudadano del común, que me levanto los domingos a ir por el pan y el periódico, que tomo autobuses, que tengo un jefe, y que jamás, diga lo que diga, en mi ámbito privado acerca de esas figuras históricas seré condenado a muerte. ¿Qué puede significar la voz de un ciudadano en el concierto mundial? Nada, a menos que ese ciudadano tenga respaldo de opinión pública, entonces si que sería condenado.

Eso no quiere decir que mi opinión acerca de terceras personas no sea dañina. ¿Quién no ha conocido a un empleado que ha sido despedido por ridiculizar a su jefe? ¿Quién no ha sufrido de la mala fama o el mal ambiente creado por vecinos envidiosos, amantes obsesivos, amigas/os ruines, que aguardan en silencio el momento más oportuno para utilizar tus propias palabras como afilado cuchillo para clavártelo en la espalda?

En este orden de ideas, no importa si eres poderoso o no, siempre estarás amenazado por el concepto libertad de expresión y más aún cuando no tienes arte ni parte en la elección de aquellos jueces que finalmente establecen qué se debe decir o no.

A través de la historia del hombre lo podemos ir comprobando, dependiendo de la cultura predominante, se establecía qué era lícito y qué no. Se crean normas, valores, medidas de acuerdo a determinada sociedad o ciclo histórico… siempre es una decisión de conveniencia al sistema y jamás una opción para lograr cimentar de manera universal en el hombre la libertad de expresión (tu puedes decir lo que quieras pero…) hasta ahí llega nuestra libertad. Hasta ese pero tan odioso y ambiguo en el que se pueden excusar las mayores atrocidades de la humanidad.

Y ahí nos quedamos, la gran mayoría siguiendo los pasos que la poderosas minorías nos marcan, ahí vamos renegando en voz no muy alta por la falta de libertad, procurando no atormentarnos mucho. Lo justo para expresar nuestra opinión sin que altere demasiado nuestro estilo de vida.

Sin embargo, algo está tomando forma en el universo, aún es muy pronto para saber qué derroteros vaya a seguir, pero ahí esta, se trata de la tecnología, que sin saber en qué se ha metido, le brinda al hombre un medio para expresarse libremente: Internet. Lo qué empezó siendo un sistema oficial y cerrado, ahora parece ser el territorio donde todo el mundo puede hablar, y lo más importante, ser escuchado. He ahí el éxito de los blogs personales, un medio que se utiliza para reivindicar, para tratar de definirnos, defendernos, sentirnos acompañados, donde podemos ser todo que no pudimos o no tuvimos el valor de ser, para vivir cómo hubiésemos querido hacerlo, hablar de cualquier cosa, desahogarnos, amar u odiar, exponer nuestros pensamientos y opiniones… en fin, una especie de diario secreto, porque lo escribimos a solas en la intimidad pero abierto al mundo, puesto que nos leen personas de quienes no tenemos ni remota idea de su existencia.

Quizás sea ese el camino para eliminar de la humanidad el (tu puedes decir lo que quieras pero…) La historia lo dirá, lo cierto es que a través de los blogs hemos creado un nuevo mundo habitado por infinidad de amigos con un denominador común, el punto com. Lo que brote de allí, está por verse.

L.D.