Título: Otras
voces, otros ámbitos
Autor: Truman
Capote
"¿Qué son casi todas las vidas sino una serie de episodios
incompletos?"
Me he tomado un tiempo en escribir una reseña para esta
sección y el motivo para tal silencio fue una especie de apatía frente a lo que
leía. No les ha pasado que a veces se leen algunos libros y al cerrarlos
inmediatamente aparecen unos puntos suspensivos en la mente.
Pues precisamente eso me sucedió estos meses, desde
noviembre decidí sumergirme en el mar de autores recomendados por diversos
suplementos literarios de la prensa o por revistas dedicadas a leer por
nosotros, y a pesar de que algunos de ellos despertaron cierto interés, la
mayoría de las veces, esos puntos suspensivos me asaltaban peligrosamente,
obligándome a replantearme esta sección. ¿Un libro para ti?, Cómo voy a recomendar un libro que no ha
logrado impresionarme y que más bien me ha dejado con un amargo sabor en la
memoria... esto es posible, de verdad.
Pensando no solo en escribir para este blog, sino en mi
propio alimento espiritual, me sentí descorazonada, como caminando por el
desierto, nada es más parecido a ello, que vagar por los pasillos de una
biblioteca pública, o una gran librería teniendo a la mano tantos volúmenes y escoger
precisamente el que menos nos gusta.
Pero, quizás por eso, para quitarme ese sabor amargo de la
boca, volví a lo conocido, a lo leído para verlo desde la nueva perspectiva que
dan los años y la experiencia.
Sí, volví a Truman Capote, volví a leer Otras voces, otros
ámbitos y mi espíritu sintió renacer sus alas.
Descubrí a un nuevo Randhol, encerrado en su cuarto,
respirando con dificultad esa vida que le tocó vivir, procurando ocupar su
tiempo de la manera más honesta posible, consciente de que nuestros pies nos
llevan hasta cierto punto y ahí deciden no andar más, no se someten a la
tiranía del calzado, aceptan de mala gana las pantuflas y aún así, en el
momento menos pensado se deshacen de ellas, mientras la vida florece a su lado,
la vida y el despertar del adolescente Joel. Es entonces cuando nuestra
existencia se circunscribe a una
sentencia como esta: "¿Qué son casi todas las vidas sino una serie de episodios
incompletos?"
Frases así nos estallan en la cabeza y nos llevan a
reflexionar sobre el misterioso encanto de la buena literatura, una magia que
no acaba con los años, que sigue ahí, esperando pacientemente a que volvamos a
restaurarnos el alma herida de tanta vaciedad.
Cerramos el libro y en vez de puntos suspensivos aparece un
interrogante: ¿Seré capaz de completar
el episodio que me correspondió vivir?
Por lo pronto, el capítulo de reseñas se cierra con Otras
voces, otros ámbitos, un libro que hay que tener a mano cuando la aridez nos
rodee.
Por: Ágata