En la película de
Steven Soderbergh lo que molesta desde el primer momento es que su protagonista,
Benicio del Toro, no tiene acento argentino, ¿serán problemas de doblaje?
principal defecto del cine que se ve mayoritariamente en España, aunque se crean que tienen el mejor
doblaje del mundo. Este, Che de Benicio
es un gringocubano, claro que el de Diarios de motocicleta de Walter Salles, anterior era mejicano, en fin,
son los inconvenientes de dar voz a alguien muerto y encima tan fresco en la
memoria colectiva. Retos de los que no se
han salvado dignamente ninguna de las versiones que se han hecho de la vida del
combatiente. Y sin embargo, van exhibiéndose por medio mundo cargados de
trofeos, otorgados por los más prestigiosos festivales de cine. El merito de
estos trabajos más bien es histórico y eso es mucho, estas películas sirven
para que la gente interiorice los motivos, los pormenores, el momento histórico
en que germinó una revolución que transformó la historia de un continente. Para
que se vea en primera fila el circo mundial que es la ONU donde se ignora las
voces de las minorías, allí, donde se supone que se deliberan los conflictos de
todos los países, sus representantes en la mayoría de los casos, cuando les dan
oportunidad de hablar, usan sus quince minutos de gloria, para pelearse entre
si ofreciendo el deplorable espectáculo de la ambición y el servilismo a la
nación más poderosa del mundo. En ese aspecto la
película de Soderbergh ofrece la realidad pura y dura de todo un continente,
ahora, el público, que ya SABE sobre todo el latino, es quien debe juzgar, razonar y en
consecuencia decidir y actuar. La obra de un puñado de hombres no fue en vano y
las generaciones posteriores jamás podrán decir que no lo sabían… porque “un
pueblo que no sabe leer ni escribir…” Por: Ágata |
9 de Septiembre, 2008, 2:46:
ÁgataHablando de...