Diciembre del 2008
![]() ... y 365 días pasaran a formar parte de nuestros más bellos recuerdos, no importa que de esos 365 haya habido algunos que más valdría no recordar, lo importante es que hemos vivido y compartido nuestras experiencias con los mejores amigos que uno puede desear, los amigos de caelanoche.
Brindemos por estos otros 365 días que nos esperan para vivirlos al máximo. Feliz año !!! La Dirección |
"Entiendo que lo que veo es mio,
supongo que lo que escucho es nuestro, invento que lo que siento es de
otros." "Tiene sabor de otoño, tiene color
de invierno, tiene la ternura de la primavera y los sueños del verano." "Abrió los ojos cansado de la
oscuridad de sus propios párpados." "No hay conexiones especiales,
solo transformaciones de un mismo alimento, de una misma alma." "No olvidamos auque callemos, aunque sigamos, aunque asintamos e incluso aunque negamos… ya se encargan de que no lo hagamos." Por: Charo González |
Desde
cuando mi madre me contó la historia de PINOCHO, yo me miraba al espejo siempre
que decía alguna mentira. Con el paso de los años supe que los castigos por
mentir no tenían nada que ver con el tamaño de mi nariz, al contrario, los
mentirosos nunca sufrían alteraciones de su físico. Muchos años después empecé a darme cuenta que la mentira tiene una suerte de imán, un embrujo particular al que es muy difícil resistirse, ésta se convirtió en una puerta de escape, para quienes llevan una vida rutinaria, una especie de pasaporte a un mundo al que jamás se logrará acceder, un mundo donde las cosas y las personas están diseñadas a nuestro antojo y donde cada cual cumple el papel que le asignamos. En resumen, la mentira nos da el poder de la ilusión. Lo mismo que Pinocho. ¿Era tan malo que un muñeco de madera quisiera ser humano? Claro que visto lo visto, más le valdría haber seguido con su corazón de madera. La mentira logra lo que nosotros no podemos: nos hace guapos, triunfadores, millonarios, jóvenes, sabios y su ámbito no se limita a las cuatro paredes de nuestra habitación, muchos pueblos enteros viven su mentira cada día y su virtud consiste en eternizarla generación tras generación, como el caso de una población africana, una aldea en la que no hay infraestructura de ningún tipo, pero sus habitantes se empeñan en levantarse cada mañana a desempeñar sus tareas laborales en oficinas públicas que hace muchos años dejaron de existir, y a fin de mes hacen cola en la desvencijada ventanilla de pago para cobrar un sueldo que nunca llega. Nos
mentimos a diario, aceptamos las mentiras de los políticos, de las
organizaciones de derechos humanos, de la iglesia, de los Estados y hasta las
de nuestros amigos o pareja y no sabemos muy bien por qué lo hacemos, a algunas
las revestimos de poesía, incluso las admiramos o les adjudicamos una gran
dosis de fantasía con la esperanza de que alguna vez nuestros deseos se
conviertan en realidad... como Pinocho, como todo el mundo, porque la mentira
nos acerca a los demás, sólo ella es capaz de alejarnos del rincón solitario
donde la edad nos va arrinconando cada año de forma inexorable. La Dirección |
Es el protagonista masculino de RAYUELA. Es un argentino entre 30 y 40 años que retrata fielmente la manera de ser argentina, manifestada en la exhibición de sus múltiples y diversos conocimientos. Fue, como muchos latinoamericanos de esa generación a estudiar a París con el convencimiento de que la ciudad luz llenaría los vacíos intelectuales de una sociedad pacata, mas no lo hace, o más bien comprende que estaba equivocado y que no hay mejor escuela que las calles de una ciudad, ya sea París o Buenos Aires. Es un ser perdido entre lo intelectual y lo emocional, Europa y Suramérica, la fachada culta y el interior vacío y sin embargo, o tal vez por eso, fue el símbolo de una generación y de vez en cuando vuelvo a buscarlo entre las paginas de Rayuela… no sé… por comprobar si los años me han apabullado. Otros personajes: La Maga, Rocamadour, Babs, Etienne, Morelli, Talita, Traveler… Jules Florencio Cortázar Nacio en Ixelles – Bruselas 1914 Nacionalizado argentino Es considerado uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general. Su estilo rompe los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal y donde los personajes adquieren una autonomía y una profundidad psicológica pocas veces vista hasta entonces. Por: Jako |
· Aún recuerdo aquella habitación funcional con mesas y
sillas verdes, sencillas y prácticas, unas luces de neón y un montón de libros
aburridos, y allí estaba, entre ellos Las
Mil y una noches. Aburrido y cansado de estar sentado sin hacer nada,
comencé a leerlo. Nunca podré olvidar aquellas historias de autor desconocido. · La cara de aquella escéptica bibliotecaria fue todo un
poema al preguntarle con una curiosidad pasmosa dudas sobre el libro, a las que difícilmente podía responder.
Después de aquel castigo en la biblioteca, vinieron más visitas no obligatorias.
Aquella mujer y yo terminamos siendo amigos, incluso me dejaba leer libros de
su biblioteca particular. Gracias a ella hoy soy escritor, por eso le dedico mi
novela “De Castigo: Escritor” Jimul |
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…Bueno… será mejor que… nos digamos adiós – Le dijo la joven a Jaavier mientras se
acomodaba el cuello de la chaqueta de cuero - Después tomó su bolso, se levantó
dispuesta a irse, pero Jaavier seguía mudo contemplándola como si su cuerpo
fuera un bloque de hielo bailando en el fondo de un vaso. Su cerebro aún no
asimilaba lo que le había sucedido, el sexo había sido maravilloso, todo se
había desarrollado como en una película mil veces ensayada, cada caricia, cada
movimiento, cada gesto, incluso la emoción interna, sin embargo, no fue él
quien le hizo el amor a esa desconocida, o si fue, lo hizo desde una dimensión
que no alcanzaba a comprender, por eso no podía hablar, no podía ni siquiera
andar, estaba paralizado mirando a esa mujer, a la mujer, a los millones de
mujeres que ella encarnaba… los pensamientos parecían agitados por un motor a
mil revoluciones y ella se iba, se alejaba dejándolo tan desamparado. Ella
avanzó un par de pasos pero la mirada del joven le quemaba la espalda. Se
volvió, sin decir nada se sentó de nuevo y tomándolo de la mano le preguntó: ¿no
tiene a donde ir verdad? -
No - contestó Jaavier en voz tan baja que ella apenas escuchó - -
¿Ha escapado de su casa? –le preguntó– -
Algo así – le respondió mirando a la gente que presurosa recogía sus maletas y
se encaminaba a tomar el autobús, a encontrarse seguramente con sus vidas, con
sus familiares, con sus amores, él por el contrario se hallaba solo en medio de
una estación sin saber si iba o venía de una vida que siempre creyó suya. -
Vamos a hacer una cosa – le dijo la joven – yo voy a pasar un par de semanas en
casa de una amiga, si quiere puede quedarse mientras… -
Creo que unas semanas no me bastaran - contestó Jaavier volviendo a su lado - por
favor no piense que soy un delincuente, es solamente que no sé qué hacer con mi
vida. -No
tiene que explicarme nada, vamos y si necesita pensar o lo que sea no tiene que
preocuparse, tampoco piense mal de mi, una chica no va ofreciendo su casa a
cualquier desconocido, pero es que se ve usted tan… desangelado. -
Esa creo que es la palabra justa, soy un ser desangelado, pero no quiero hablar
de eso no porque desconfié de usted, al contrario, creo que en estos momentos
es lo mejor que me ha podido pasar, pero es que no sé qué sucedió, de un
momento a otro lo que consideraba mío, se pasó a la orilla de enfrente y yo no
hallo la manera de atravesar la calle. La joven lo miró asombrada pero no preguntó nada, lo tomó de la mano y notó que
estaba helada, suavemente tiró de su brazo obligándolo a levantarse y caminar a
su lado, después metió la mano de Jaavier en su bolsillo para que se calentara
un poco. Empezaba a llover. Tomaron
un taxi, ella indicó la dirección, luego se quedaron en silencio, cada uno
mirando por su lado el devenir de las calles. Jaavier leía los avisos de los
comercios, la nomenclatura de las calles, una que otra escultura callejera,
ella por el contrario pensaba en su compañero, se preguntaba qué lo atormentaba
de esa manera y se juró a si misma que no iba a cometer la indiscreción de
preguntarle nada, al contrario lo dejaría libre hasta que él encontrara el
camino para atravesar esa calle que le impedía volver a lo que le era familiar.
Al
llegar a la casa, ella abrió todas las puertas y ventanas. Olía a
humedad, rápidamente encendió luces, acomodó el escaso equipaje, abrió la nevera y salvo dos tomates podridos, no halló nada más. -
Tendremos que pedir una pizza le dijo a Jaavier. -
Esta bien, marinera me gusta mucho y a usted. -
Yo prefiero algo de dulce. La voy a pedir combinada si no le molesta. Jaavier
asintió con un leve movimiento de cabeza, al cabo de unos instantes ella empezó
a moverse por el apartamento buscando cosas, acomodando otras, abriendo
armarios para disponer la habitación que ocuparía Jaavier. Llegó la pizza,
comieron en silencio y cuando éste empezó a ser insoportable la joven le señaló
la habitación y se disculpó diciendo que estaba muy cansada dejándolo solo. Cuando
la puerta se cerró Jaavier se tiró sobre la cama, le dolía un poco la barriga
por haber comido tan rápido, pero además sentía frío, sentía que el mundo era
demasiado grande para su existencia. Cerró los ojos y pensó en Javier, en el
hogar que antes compartieron y que terminó viendo por la ventana. Supo en ese
momento que el mundo tenía ángulos agudos que le rasgaban la piel, supo que su
cuerpo tenía límites y dentro de esos límites sintió un frío casi doloroso en
todo su cuerpo, es lo que la gente llama soledad. Por: Gladys |
![]() Este personaje,
curiosamente me llama la atención por la manera difusa en que aparece en la
obra de Marcel Proust. Sí, es una mujer, pero una mujer vista desde la óptica
de un hombre que sólo ve a una linda muchacha que se sonroja al principio y que
luego, con la convivencia lo lleva por el camino de la amargura. El hombre habla de ella, de
sus gustos, de la preocupación que siente la mujer por estar vestida
adecuadamente para una cena, del sombrero a elegir, el perfume que usa, lo cual
no dice nada de ella como mujer, como persona, como ser inteligente… es sólo un
capricho de un hombre, un conjunto de acciones y emociones que un hombre
acomoda a sus particulares circunstancias. La veo como una mujer
atrapada en una red, oculta por sedas y tules, adormecida en su esencia y
sometida sin mayores rebeldías al destino que tuvo y a este se entrega sin
oponer resistencia hasta que llega un momento en que desaparece sin dar mayores
explicaciones, a lo mejor no vale la pena darlas, a lo mejor no era el tiempo
de la pelea ni oportuno el momento para decir aquí estoy y soy yo, una mujer
completa y no un producto de la mente masculina. Por esa indefensión quizás es
que me intriga mucho este personaje. Marcel Proust Nace en Auteuil – Francia - en 1871, autor de la serie de siete novelas bajo el titulo de EN BUSCA DEL TIEMPO
PERDIDO una de las obras más destacadas e influyentes de la literatura
del siglo XX. Tras la muerte de sus padres, sobre todo la de su madre en 1905, su frágil salud se deteriora en demasía a causa del asma y la depresión por la pérdida materna. Vive recluido en el 102 del Boulevard Haussmann en París, donde hace cubrir las paredes de corcho para aislarse de ruidos y se vuelca en su trabajo. Vive exclusivamente de noche tomando café en grandes cantidades y casi sin comer, según cuenta Celeste Albaret, su criada en esos años, en un libro de memorias. Su obra principal, En busca del tiempo perdido, se publica entre 1913 y 1927, siendo el primer tomo publicado por su cuenta en la Editorial Grasset. Otros personajes: El narrador, su madre, su abuela, Albertine Simonet, Françoise , Charles
Swann, Odette de Crezy , Gilberte Swann, El barón de Charlus, La duquesa de
Guermantes… Por: Gladys |
![]() Cala: Su tez
morena, su aspecto fibroso sin cuidado alguno, la miopía extrema y una voz casi
rota gracias al negro y una mezcla
de brebajes de alto contenido alquímico
(Negrita-Cola sin hielo, vino y cerveza negra) hacen de él un auténtico
revolucionario doméstico, más no domesticado. Un perfecto bohemio, coherente
con sus ideas y firme en sus convicciones. Humano a más no poder, cuyo poder de
persuasión enloquecería a cualquier partido político con aspiraciones máximas.
Él, sin embargo, trastea, rastrea y juega con los obstáculos diarios que surgen
a cada minuto. Su olfato
para encontrar auténticas historias, le hace conocer a extraños compañeros
vitales que le cuentan sus sentimientos más audaces. Teatro en
estado puro, capaz de encontrar al ser más primario
y sacarle su lado más exquisito, o desenmascarar el lado más oscuro de aquella
exquisita y aparente figura. Nadie desea su vida, pero todo el mundo respeta y envidia su libertad. ¡Ah! Por supuesto, nunca morirá, a lo sumo tendrá el descuido absurdo de dejar de respirar, pero su esencia es fósil y perdurará más allá del polvo estelar: la energía no se crea ni se destruye, persiste. Por: Jimul Nota: El Cala no salió de las páginas de un libro, ni nació de la imaginación de un escritor, no se construyó letra a letra en madrugadas azarosas, el Cala es un hombre de carne y hueso que camina por las calles de la vida, que devora con apetito los instantes de su existencia y que comparte experiencias con nuestro amigo Jimul mientras beben cubatas en los bares de Zamora. Por eso, aunque no sea un personaje literario
lo hemos incluido aqui, como un reconocimiento a todas esas personas que viven a nuestro lado y que diariamente nos impulsan a vivir por el solo hecho de existir. |