![]() EL
SUEÑO MÁS DULCE Doris
Lessing En su
contraportada la autora expresa: “Espero haber sido capaz de recrear el
espíritu de la década de los sesenta…” Y vaya
que lo consiguió. En el sueño más dulce encontramos el ideal que aglutinó a
toda una generación: un mundo más justo, pero bajo esa premisa se oculta la
parte más oscura del ser humano: su egoísmo. Una actitud que siempre nos hace
reflexionar sobre las consecuencias de las acciones humanas, por muy nobles que
parezcan: ¿cambiar el mundo significa abandonar a su familia? ¿Sacrificar lo
personal por lo universal es realmente eficaz? o también: ¿la creación de un
mundo nuevo implica necesariamente la extinción del modelo antiguo? Interrogantes
que bailan en nuestra mente sin acertar a despejarse definitivamente, y que en
el libro tampoco parecen mostrar indicios de solución, quizás ese no es el fin,
el ambiente de la novela se limita a poner en escena una serie de personajes
que esgrimen sus particulares maneras de pensar acerca del mundo que les tocó
vivir y que el lector saque su propia conclusión. Un ejemplo: Francés, mujer de
un activista político que nota como su “ídolo” se va erosionando a medida que
el tiempo pasa, que nota como su discurso pasa de ser un grito vehemente a una
fórmula obsoleta sin ninguna coherencia
entre lo público y lo privado, atrincherándose en su feudo íntimo cuando se da
cuenta que la labor de su vida ni siquiera rasguñó esa desigualdad por la que
luchó. En el
sueño más dulce nos sentimos identificados con los personajes, sentimos que
somos impotentes ante quienes nos gobiernan, y lo más importante: que
somos fruto de lo que la sociedad
siembra. Por:
Ágata |
13 de Abril, 2009, 12:09:
ÁgataUn libro para ti