3 de Marzo, 2012
Sueña con estrellas de colores brotando de su cuerpo, sueña con campos sin obstáculos, sueña con la inmensidad del espacio mientras se lava los dientes uno por uno, con sumo cuidado, como si limpiara amorosamente el viejo collar de perlas que heredó de Eva, a través de generaciones enteras. Con la boca llena de espuma con sabor a menta se asoma a la ventana, retira el visillo y descubre a su adolescente vecina, una joven rubia, flaca, hermosa y rabiosa mujer que la contempla con los ojos anegados de admiración. Es curioso, alcanza a pensar mientras cambia de lado el cepillo de dientes, nunca le molestaron los chillidos de aquella joven que intentaba cantar como Amy Wenhouse, nunca le irritaron las peleas de ésta con su madre, pero sí le intrigaba el llanto, que a veces venía de la casa de sus vecinos, era como el llanto de un niño, con hipidos y estremecimientos. ¿Qué haría llorar a aquella adolescente? Pero se retiraba porque le daba vergüenza meterse en la vida de otras personas. Esa misma vergüenza la siente ahora ante el cuerpo de la chica, se retira inmediatamente sintiéndose culpable. Pero: Un momento, es ella quien se está metiendo en su casa, es la joven quien se asoma a su vida, es ella quien debería sentirse avergonzada. Sin embargo culpa a su halo de estrellas por la fascinación que ejerce sobre la chica. Vuelve a la cama con la boca limpia y fresca, su cama es el campo libre de obstáculos que imaginaba instantes antes, la sábana roja es la tierra tropical que la acogió cuando llegó al mundo, el frío es el clima de la ciudad que la recibió hace muchos años y la noche es el marco en el cual se abandona hasta que los dedos del sueño recogen sus músculos cansados cada noche. Un segundo antes, cuando apenas se está elevando de su lecho presiente el cuerpo de la joven en el pasillo, la intuye titubeando frente al espejo del recibidor, imagina las largas y flacas piernas saltando de baldosa en baldosa hasta colocar su humanidad debajo del marco de su ventana y en ese camino se ven sobre el piso, abandonadas a su suerte, las piezas de ropa con que se suele vestir. Desnudo aquel esqueleto joven se mete en su cama, se acurruca a su lado pretendiendo calentar sus huesos y el calor de sus huesos dibuja un hombre que se acerca en celo. El esqueleto adolescente desaparece y la mujer se enciende por recorrer esas venas, por aferrarse a esas enredaderas azules bajo la piel blanca.
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De la funeraria me envían a un hombre delgado, bien vestido, con una camisa impecable que no alcanza a ocultar su cuello fláccido semejante al de un pavo, - lo miré con recelo, me incomodan esos cuellos colgando - sin embargo sus modales me encantaron, la manera como se sentó, el movimiento de sus manos, el tono de su voz, vaya contraste: una voz tan hermosa proveniente de ese cuello tan horrendo. Las palabras salen de sus labios y flotan en el aire, suben y bajan como partículas de nieve en una película romántica, pero una vez cortado el hechizo, me doy cuenta de la frialdad de éstas, del sin sentido al hablar de la necesidad de una hermosa apariencia en el rostro de un muerto acomodado en un brillante ataúd de madera fina, rodeado de un acolchado delicado. Después de una pausa se levanta con sus elegantes modales y extrae un metro del bolsillo de su chaqueta, empieza a hacer mediciones de cráneo, de cubitos, de fémur. La rabia explota en mi cabeza, sin medir modales ni maneras manoteo en el aire como queriendo destruir a ese figurín de funeraria hasta que lo echo de la casa. Vuelvo al cuerpo de mi hijo, abre los ojos, me mira como gritándome auxilio, yo rompo su mortaja con los dedos y los dientes, no permitiré que lo metan en ese agujero. |
Por falta de dinero me metí en esto. Vivo en una casa transparente y demasiado alargada, apenas si tengo espacio para extender los brazos. Incluso para agacharme a hacer mis necesidades tengo que bajar por un ascensor hasta la primera planta. Una tarde, tenía toda la ropa limpia en la mano, estaba esperando el ascensor. Entré y me di en las narices con la mujer de la limpieza. Ella traía la ropa sucia de todos los vecinos. Se ofreció a llevármela y se la di con alivio hasta que me di cuenta que la puso sobre la ropa sucia de los demás. Pensé en que el olor de los otros se pegaría a mi ropa, más el olor a sudor de la mujer, todos esos olores se pegarían a mi piel, empecé a sudar, yo también emitía olores. Al llegar a mi piso me metí en la ducha… Sé que me observan, acepte hacerlo pero ya no me importa. Mañana me arrepentiré, sobre todo cuando vengan a cobrarme el alquiler, pero no puedo con los olores. |
Ha llovido tanto que el mundo se ha deshecho. Por todas partes se ven los escombros de nuestra civilización. Yo camino vacilante sobre una balsa de maderas podridas, trato de salir de allí, pero la balsa no avanza, solo se balancea con el peso de mi cuerpo. No hay nadie a mi alrededor, creo que todos han muerto. Debo moverme pero al menor intento la balsa se inclina y temo que se deshaga sobre las aguas fangosas, unos diminutos ratones se mueven, huyen pero cuando se dan cuenta de que estamos rodeados de agua se devuelven. Un rastrillo enorme, manipulado por una mano invisible trata de barrerlos hacía el agua, sin embargo, los ratones lo eluden y se cuelan por entre los dientes. |
Standard & Poor's, Fitch, Moody's, Capital World Investment, Vanguard Group Inc., T Rowe Price Associated o Street Corporation son algunas de las más conocidas agencias, al menos en el territorio financiero, que se dedican a vender una nube de humo llamada "valoración de riesgo" que al parecer tiene bastante demanda por estos tiempos de crisis, dado el resultado de sus multimillonarios beneficios. Pero que es eso llamado "valoración de riesgo", por lo que tantas empresas o países llegan a pagar cifras extraordinarias; pues se trata nada más y nada menos que un estudio realizado por expertos en el que se valoran los riegos que existen en la puesta en marcha de un proyecto empresarial o el lanzamiento de un nuevo producto. Dicho estudio debe incluir una descripción de los riesgos y de las posibles circunstancias adversas que afecten a la empresa, al personal, a la aceptación del producto o servicio por el mercado, a retrasos en el lanzamiento del producto o servicio, o a la obtención de los recursos financieros necesarios. Del mismo modo, la valoración de riesgos debe hacer referencia a factores externos como recesión, aparición de nuevas tecnologías, reacción de los competidores, cambios en la demanda, etc., y también en las posibles medidas correctoras que se puedan aplicar. Todo eso está muy bien, si viviésemos en maravillolandia, pero aquí en la tierra, en medio de la tierra hostil del más encarnizado capitalismo no es más que una estrategia de los poderosos para no perder sus multimillonarias fortunas, amenazadas por los dueños del petróleo, el imperio chino, el despertar africano, el poder de internet y un largo etcétera, que a la larga podría perjudicar sus intereses, entonces había que hacer algo, era imperioso crear una nueva necesidad para un nuevo producto o servicio y se les ocurrió eso de la "valoración de riesgo", así, com bombos y platillos se inventaron una calificación para empresas y luego para países donde concedían una nota a cada país para que el resto del mundo sepa que países son más seguros a la hora de invertir y cuales no. Pero no deja de causar curiosidad que detrás de estas empresas uno encuentre que el presidente de una de ellas, tiene acciones en otra de la misma categoría y que antes de emitir un estudio, lleguen a un acuerdo de lo mas cínico: un mes califican a x país como de alto riesgo, para que los incautos inversores trasladen sus capitales de ese a otro que ellos les aconsejan, precisamente y no por casualidad, donde ellos tienen intereses; después de cierto tiempo, cuando los fabricantes de humo han cobrado sus dividendos, le quitan la calificación a ese país y hacen que la gente invierta en otro, así se van repartiendo el pastel entre todos mientras que los pobres ciudadanos ven cada día mermados sus ingresos, sus posibilidades de trabajo, educación, desarrollo y oportunidades de tener una vida mejor. Eso es el modelo de negocio del sector financiero que tiene al mundo en vilo y que crea o destruye miles de puestos de trabajo, recesiones o quiebras en determinadas empresas o países, sin que nadie se atreva a poner freno a tales desmanes a pesar de que hayan surgido escándalos como el de Lehman Brothers, Enron o Madoff. Los países afectados claman por un informe favorable y en ese empeño someten sus recursos a los intereses de estos vendedores de humo sin que nadie tome cartas en el asunto. Así las cosas, parece que tendremos vendedores de humo hasta que ellos se devoren a sí mismos y se vean obligados a crear otro modelo financiero de gestión, o de ejecución … como quien dice, cuando se estalle una burbuja, se crea otra, así de simple… no importa, ellos son los amos y hacen y deshacen a su antojo.
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