29 de Junio, 2015, 13:22: GladysGeneral


 Y cuanto lo envidio. A él y a su otro yo. Ellos si que pasaban tardes enteras en el parque hablando de lo divino y lo humano.

 Mi yo, en cambio, se pasa todo el día a mi lado enfurruñado, con malas pulgas, protestando por todo.

 Todos los días amanece de mala leche y se acuesta de igual manera; cosas como el colorido o el olor de la primavera, los cielos azules, el sol ardiendo al atardecer, no son más que efectos especiales de una absurda película llamada vida.

 Por mi parte, ya me cansé de intentar complacerlo, de argumentar teorías  o coleccionar pedacitos de felicidad para tratar de borrar ese gesto ceñudo y esa arruga en la frente. Incluso, he dejado de lamer mi helado de pistacho, con lo que me gusta. Y no, que no hay quien le endulce el carácter.

 Me cansé, me harté, y como lamentablemente, no lo puedo asesinar - si ya lo he pensado, además, he investigado sobre cómo hacerlo - he decidido ignorarlo.

 Sí, que sí. Ahora tomo cada uno de mis días y lo lleno con mi letra torcida, con dibujos de caritas felices, con voces suaves y caricias robadas por las calles.

 Él, mi yo,  se  retiró a vivir en una lata de conserva, bañada con la amargura de su hiel hasta que la parca nos separe.

 Total, también se pueden vivir los días con medio ser muerto. Es como tener callos en los pies.  A veces te duelen, pero el agua caliente alivia.



29 de Junio, 2015, 13:14: GladysAlaprima


 Después de su letargo, las mariposas volaron en grupo hasta la cabeza de la mujer. Allí enredaron sus frágiles patas entre sus cabellos y abrieron perezosamente sus multicolores alas dejando que el viento las ondeara a su antojo toda su eternidad,

 Luego, cayeron una a una a los pies de la mujer alfombrando su camino de delicadas alas muertas. 

29 de Junio, 2015, 13:05: Gladysminirelatos


 Hay ciudades que parece que nacieron cuando nosotros lo hicimos, como si un cordón universal se alimentara de la misma savia, como si el impulso vital las llenara de las cosas que son indispensables para nuestra vida.

 Ahí está el aire, el cielo, los parques, los patios enmarcando nuestra existencia, pareciera lo más normal del mundo, hasta que un día cambias, te levantas con una cabeza nueva y te vas de bares, contemplas luciérnagas polvorientas sobre divanes corroídos, paredes desconchadas por encima de la espuma de la cerveza.

 Hastiado te largas a un sitio más tranquilo y normal, un restaurante de lujo con manteles blancos, donde una pareja, como cualquiera otra, come a gusto. Pero la ciudad no se rinde. Sobre el mantel empieza a caminar un ejercito de hombres diminutos con cabeza verde.

 Es la ciudad, diciéndote que puede cambiar, cuando tu lo haces.

29 de Junio, 2015, 12:57: LadypapaHablando de...


 Enfrentados a nuestra absurda realidad nos vemos cada día preparando  cientos de curriculums para optar a las escasas y vario pintas ofertas de empleo que cazamos mediante ansiosa búsqueda en los periódicos, la red, los avisos en los postes de luz,  en los tablones de las oficinas de empleo, bibliotecas, bares o chiringuitos, amigos, conocidos, amigos de amigos, etc., etc.

 Así las cosas, vamos acumulando tantos tipos de curriculum como ofertas  pillamos, unos sencillos para los trabajos que requieren estudios básicos: freganchines, limpieza de waters, cuidado de niños, de mascotas, ancianos; después están los que corresponden a los empleos medios, como recepcionista - de pequeña y mediana empresa, no sea que nos pidan inglés, bueno y si lo piden, los cursos para desempleados pueden servir,  inglés básico, ¡Good luck!!; secretaria(o), vigilante, encargado de fotocopias, ah, no olvidar el dominio de las redes sociales - a los empresarios les gusta que sepamos dejar una nota en los muros virtuales - en tercer lugar están los que corresponden a nuestros estudios, ya seamos médicos, profesores, diseñadores, dietistas, enfermeros, etc., aquí habrá que incluir cursos de actualización, añadir otro idioma al inglés, publicaciones que hemos realizado en revistas especializadas, perfiles virtuales, especializaciones, masters, además de registrar cualquier cosa que nos pueda ayudar a soportar que somos la octava maravilla en nuestro campo.

 Una vez nuestro ordenador está lleno de tantos modelos de curriculum, procedemos a responder a ciertos anuncios a los cuales podemos acceder y otros, no tan buenos, pero la necesidad obliga, pero, oh sorpresa, ninguno de ellos nos sirve, así que decidimos usar la técnica del cortar y pegar para armar uno a la medida de ese empleo, que además exige una carta de presentación y preguntas personales en las que debemos explicarles porque nos consideramos buenos para el empleo. 

 Con todo este trabajo diario y ante los NO continuados nos vamos arrinconando en un lugar desesperado desde el que contemplamos con horror en lo que se ha convertido nuestra existencia: un continuo aprendizaje de asignaturas, materias, técnicas y métodos, idiomas con fecha de caducidad angustiosamente corta, porque no bien dominamos un campo, éste queda obsoleto y se abre otro, que tenemos que aprender con los mismos resultados, dejándonos la sensación de que para lo único que nos sirven estas especializaciones, es para entretenernos mientras encontramos un trabajo mejor o simplemente, cualquier trabajo, porque aprendemos de todo y no sabemos nada. Dan ganas de mandar todo a… tomar esa bebida que nos anuncian en la tele.