cae la noche

Cuántos corazones no yacen arrugados entre los bolsillos, o se convierten en pelotas ininteligibles al girar en la lavadora.

¿el que habla al final es uno de los hijos? ¿el que guardó los corazones?
buaaaaaaaaa! ya me confundí y me da vergüenza ser tan toooooorpeeeeee!
luego lo releeré a ver si se me despierta alguna de las poquitas neuronas quedecoran mi cabezota.
volveré!

Saca las neuronas a la ventana Momia del alma. La que habla es la madre, que se quedó con los corazones de papel en la mano.
Si es que a cierta edad los remedios maternos pierden eficacia.
Aunque debí de saltarme una coma o un punto para que la historia se entendiera a la primera.

Yo quiero un corazoncito de papel, para poder caminar tranquilo entre tanta gente que va y viene sin saber.

¡Ya entendí! ¡ya entendí! es que hacía mucho que no ventilaba mis sesitos disecados. Gracias por la paciencia, Gladys, esto te pasa por hacerte amiga de una momia...

Piedraaaa!!!! Qué bueno verte por aquí. Hace tiempo que no nos vemos por nuestros andurriales y me hacen falta tus fotos y tus textos.
Te mando una bandada de corazones de papel.

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